

La princesa hija del principe Guillermo y su esposa Catalina fue bautizada en la iglesia anta María Magdalena de Sandringham.
LONDRES.- La princesa Carlota, cuarta en el orden de sucesión al trono británico fue bautizada en la iglesia Santa María Magdalena de Sandringham en presencia de 21 invitados entre los que estaba la reina.
El príncipe Guillermo, junto a su esposa Catalina y sus dos hijos, se trasladaron a pie hasta la iglesia desde su residencia de Anmer Hall, ubicada en la propiedad real de Sandringham (Norfolk/este de Inglaterra).
Es la segunda ocasión que la princesa Carlota Isabel Diana aparece en público, tras su presentación ante los medios de comunicación internacional, el mismo día de su nacimiento, el 2 de mayo, frente al hospital St Mary.
La reina, de 89 años, y su marido, el príncipe Felipe, de 94, bisabuelos de Carlota, estaban entre los 21 invitados, al igual que el príncipe Carlos, abuelo paterno, y su mujer Camilla. Minetras que los abuelos maternos, Carole y Michael Middleton, también asistieron al evento, al igual que el hermano y la hermana de Kate, James y Pippa.
Debido a tres meses de viaje en África, el príncipe Enrique, tío de Carlota, estuvo ausente.
Asimismo el primer ministro David Cameron a través de las redes tuiteó sus «mejores deseos para los duques de Cambridge por el bautismo de su hija la princesa Carlota».
Algunos centenares de incondicionales de la monarquía se levantaron al alba o pasaron la noche en el lugar para ubicarse en primera línea.
«Yo los encuentro absolutamente formidables y me siento siempre bienvenido por ellos», confió Terry Hutt, de 80 años, apodado «The Union Jack Man» por sus vestimentas, tras una corta noche y haberse despertado bajo la lluvia.
Si bien el servicio religioso, que comenzó a las 16H30 (15H30 GMT) era privado, Guillermo y Kate habían anunciado que estarían «felices de recibir a los admiradores (de la monarquía) en el atrio delante de la iglesia» para festejar el bautismo de su hija.
A llegar a la entrada del templo, Kate tomó en brazos a su hija, que lloraba.
Guillermo y Kate eligieron cinco padrinos y madrinas para Carlota, entre los que figuran una prima de Guillermo por el lado materno, Laura Fellowes, y un primo de Kate, Adam Middleton. Los otros tres son amigos íntimos de la pareja.
Conforme a la tradición, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, jefe espiritual de los anglicanos, bautizó a la niña vertiendo sobre su cabeza por tres veces agua del río Jordán.
Para la foto de la ocasión, estuvo el fotógrafo de moda Mario Testino, la princesa Carlota lucía un vestido blanco de encaje y satín, réplica del que vistiera en 1841 la hija mayor de la reina y emperatriz Victoria.
Numerosos miembros de la familia real, entre ellos la propia Isabel II y los príncipes Carlos y Guillermo, fueron bautizados en el palacio de Buckingham en Londres, la pareja optó por la iglesia de Santa María Magdalena puesto que la madre de él, Diana, fallecida a los 36 años en París en 1997, recibió el agua bendita en ésta el 30 de agosto de 1961. En la misma, la familia real suele festejar la Navidad todos los años.
En cuanto a Jorge, fue bautizado en la intimidad en la capilla real del palacio Saint-James, un lugar también simbólico para Guillermo, puesto que los restos de su madre Diana reposaron allí la víspera de su funeral.
Tras el servicio religioso, los invitados fueron convidados a tomar el té en Sandringham House, acompañado de un trozo del pastel de la boda de Kate y Guillermo, realizada en 2011, como lo impone la tradición.