

Fotos: Bryan Aquino/MS – Cortesía Fundación Garg
Camila Caballero / MS
SANTO DOMINGO.- La odontología en República Dominicana no puede definirse como un servicio básico. Tener acceso a los procesos correspondientes a esta área de la medicina es prácticamente un lujo para quienes no tienen los recursos y una vida acomodada. La Fundación Dr. Garg, iniciativa del dentista Arun Garg, ofrece servicios odontológicos a la comunidad dominicana sin costo alguno. MercadoSocial.com entrevistó en exclusiva al doctor y obtuvo vivencias y datos interesantes sobre la clínica, sus servicios y la labor altruista que desarrolla.
- Instalaciones dela Fundación Dr. Garg.
LA FUNDACIÓN. Resulta que el doctor Garg era profesor tiempo completo en la universidad de Miami, específicamente en el departamento de cirugía maxilofacial. En este hospital, según cuenta, trataban a pacientes de diferentes estratos sociales sin importar sus recursos o el nivel adquisitivo. Durante 20 largos años, Garg se mantuvo tratando a estos pacientes.
“No era una profesión que me pagara mucho, pero me hacía sentir muy bien el estar dando ese servicio a los pacientes”, explica emocionado por los recuerdos vividos y que ahora cuenta. Este profesional decidió abrir su propia práctica privada, bajo los mismos preceptos. Se percató que para seguir sintiendo la satisfacción de ayudar a personas sin recursos, debía viajar por el mundo ofreciendo los servicios que hoy brinda la fundación. Ante esto cuenta: “Hacíamos dos, tres hasta cuatro jornadas en diferentes países ofreciendo servicios básicos que necesitaban los pacientes. Así fue como empezó todo”.
Pero esta historia no acaba aquí. No conformándose con esta labor “internacionalista”, quiso ofrecer servicios especializados en los diferentes países que visitaba. Costa Rica, Jamaica, Bahamas y República Dominicana fueron los escenarios donde desarrolló esta tarea, siendo esta última la que más visitó.
“No solo es bueno para nosotros venir al país por su cercanía con Miami, que es donde está nuestra sede, sino porque siento una conexión con los dominicanos. Yo soy de la India y me siento identificado con la cultura dominicana por su humildad, familiaridad y nivel de respeto”, justifica así su devoción por la nación y su gente al ser cuestionado sobre el por qué escogió a la isla.
La gran demanda en cuanto a servicios odontológicos lo motivó a abrir un lugar donde los pacientes tuvieran la oportunidad de venir en todas las épocas del año, en cualquier momento que tuvieran la necesidad de ser atendidos. “Hace dos años que abrimos esta clínica, de lunes a sábado, seis días a la semana, de 8:00 am a 7:00 pm. Vemos más o menos 100 pacientes diarios, 3000 al mes”, admite el doctor orgulloso de lo logrado, a pesar de expresar que espera en un futuro poder tener la capacidad de atender a más personas.
Sobre los servicios que ofrecen explica que todos y cada uno de los procedimientos no tienen ningún costo. Desde extracciones dentales y de morales, dentistería para niños hasta cirugías realizan los odontólogos. En un futuro esperan dar servicios de ortodoncia, sin costo alguno.
EL PERSONAL. Con un total de doce odontólogos, uno especializado en la parte cosmética, un cirujano maxilofacial, seis asistentes dentales, cuatro personas encargadas de las radiografías, la esterilización y ese tipo de cosas necesarias para mantener el orden de la clínica y dos empleados que se encargan de la parte administrativa; la fundación Dr. Garg abre sus puertas casi toda la semana a todo tipo de público. Es válido especificar que todo el personal es dominicano.
JORNADAS ODONTOLÓGICAS. Con un total de 20 jornadas en estos dos años, la clínica realiza esta iniciativa cada mes. El proceso consiste en traer a odontólogos de otros países para entrenar al personal de la fundación y así que “puedan ofrecer esos servicios sofisticados en el país”. Así lo explica el mismísimo líder de la fundación, satisfecho con la tarea lograda hasta ahora.
- Durante una intervención a un paciente.
- Doctor Garg realizando un procedimiento en la clínica.
- Odontólogos ejerciendo.
- Odontólogos de la Fundación Garg.
PROYECTOS FUTUROS. En realidad, esta fundación no se anda con rodeos. Tiene el futuro bien planificado y a la vuelta de la esquina. Por eso cuenta con las más modernas máquinas. Todo para agilizar procesos y poder brindar el mejor de los servicios a la mayor cantidad de pacientes posibles. Tanto es así que, el propio Garg cuenta que la máquina, cuya función consiste en mostrar los huesos de una forma tridimensional, se rompió a los seis meses de haberse comprado. El técnico quedó sorprendido al revisarla porque, según contó, “esas máquinas tienen ese tipo de fallas después de un uso de 10 años”, explica mientras ríe al recordar la anécdota.
Añadir más doctores para aumentar la capacidad de atención e ir a diferentes ciudades del país a ofrecer servicios básicos de odontología son dos proyectos planteados a futuro. Claro está, la directiva de la fundación no espera. El segundo proyecto ya está coordinado y listo para empezar este mes. Eso de decir que es futuro no sirve mucho con iniciativas que más bien ya son parte del presente inmediato.
EL DOCTOR. Nada hubiese sido posible sin el sentimiento filantrópico de este gran hombre nativo de la India. Arun Garg tuvo sus motivaciones para ser quien es hoy. Hay veces que se nace con la disposición y sabiendo qué hacer; pero existen también quienes son el resultado de una cadena de causalidades que lo llevan a ser quien es, sin proponérselo. La verdad es que lo único que hay que tener claro es el qué, el cómo siempre es inesperado. Este es caso de este profesional.
- Arun Garg en la clínica.
- Arun Garg.
En sus principios ingeniero. Se dio cuenta de que necesitaba interactuar con seres humanos, no con máquinas. Decidió volver a estudiar algo que lo llevara a donde deseara. Pensó en ser abogado o médico, pero no lo tenía claro. El hecho es que tenía un amigo que quería ser dentista. Los exámenes de admisión para la carrera eran antes que los de derecho o dentistería. Entonces, decidió hacerlo. “Soy muy bueno para los exámenes y me fue bien. Me sentí muy satisfecho porque muchas universidades me llamaron. Entonces así fue como empezó todo”, admitió en exclusiva para MercadoSocial haciendo reír a los presentes por cómo se presentaron los hechos.
La pregunta clave aquí es qué parte del trabajo disfrutará más este filántropo. Al cuestionarle respecto a esto, puso un ejemplo, una analogía entre el proceso de producción del café y el de la odontología. Mundos completamente distintos, pero con un objetivo común: cambiar vidas.
“La persona que recoge el granito del café es el primer nivel del proceso para hacer el producto. El próximo paso es conseguir a una compañía que lo compre y la próxima parte son las empresas que compran ese producto para distribuirlo y venderlo. Lo último serían los lugares donde te puedes tomar un café. Hay diferentes actores que intervienen en este negocio. Con la dentistería pasa lo mismo. El que te saquen los dientes, te los arreglen o te limpien una cavidad es como la primera parte del proceso. La segunda serían los odontólogos que se encargan de hacer puentes, coronas, es decir, procedimientos que son más avanzados. El otro paso sería la ortodoncia. El próximo nivel sería la satisfacción de los pacientes, el poder salvarles la vida o, al menos, mejorársela. Lo mejor de este trabajo entonces es cambiarles la vida”, ejemplifica Garg para poder explicar lo que significa para él su trabajo y cuanto lo disfruta.
- Arun Garg trabajando en su fundación.
- Dr Garg en su despacho.
- Dr. Garg en su puesto de trabajo.
Lo cierto es que este hombre desarrolla una excelente labor en países que, como este, no cuentan con el derecho universal de acceso a la salud. La filantropía es directamente proporcional al altruismo; es poder decir también que hay personas que creen en la inclusión y la no discriminación a gente sin recursos económicos. El capital humano no se mide por su potencial económico, sino por su capacidad de generosidad y solidaridad.
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