El dinero y las riquezas materiales se quedan, pero la experiencia de observar estos mamíferos en la bahía de Samaná le acompañará más allá de su existencia.

Hermoso avistamiento de la ballena jorobada en Samaná. (Foto de Juan Henríquez/MS).
Texto y video: Manuela Lora/MS
Fotos: Manuela Lora y Juan Henríquez.
SAMANÁ, REP. DOM.- Unos rayos de sol que parecían traspasar la piel me inquietaban, pero no me molestaban mientras esperaba el avistamiento de las ballenas jorobadas en la paradisíaca bahía de Samaná, junto a unos 40 colegas de otros medios de comunicación que, al igual que yo, respondieron a la invitación a este lugar de parte del Ministerio de Medio Ambiente.
Habíamos salido tarde desde la Capital por culpa de un grupo que practica aquello de que “somos dominicanos”, y en vez de llegar a las 6:30 como solicitó la institución gubernamental, arribó a partir de las 7:40, cuando los tapones de los colegios y el camino a la oficina están en sus buenas, lo que convirtió el peripecia el trayecto para pasar el puente que nos sacaría de la ciudad..
Pero llegar a playa Esmeralda, y desde allí, abordar los catamaranes en medio de una brisa fresca nos hizo olvidar de inmediato que ya eran las 11:40 de la mañana y que la hora del almuerzo estaba cerca. En fin, para nadie es un secreto que Samaná es hipnotizante por donde quiera que se tome, por lo que dejamos olvidado cualquier halo de negatividad.

Turistas por un lado y periodistas por otro, mientras esperaban por la ballena. (Foto de Juan Henríquez/MS),
El ánimo del grupo, siempre positivo, se batía entre chistes, interés e impaciencia por ver estos grandes mamíferos que miden alrededor de 16 metros y pesa unas 40 toneladas, y que tras recorrer miles de kilómetros desde el Atlántico Norte, las hembras vienen a coquetear con el macho de su especie que cante más lindo para aparearse con él, luego de debatirse junto a otros en un medir de fuerzas atractivo y poderoso, que se da en las profundidades de este “banco” marítimo.
Dos catamaranes acogían a los periodistas, que impacientes (y algunos medio nauseabundos por el vaivén de las olas) miraban hacia todas partes a la espera del espectacular animal. Qué decir de los fotógrafos, estaban tan concentrados e igual de impacientes que en vez de cámaras parecían tener ametralladoras y rifles en sus manos, listos para disparar ante cualquier movimiento.
“Ahí anda una con un ballenato”, dijo el capitán del “barco”, poniéndolo de inmediato en marcha a unos 150 o 200 metros de donde estábamos. En realidad, nadie le creyó, pues llevábamos tanto tiempo soportando el sol y la marea, que ya nos estábamos cansando. Más cerca del otro catamarán, una pequeña lancha con cuatro turistas y dos guías también esperaba “el milagro”.
De repente… un sonido y un poderoso soplo de agua fluyó a solo unos metros de la pequeña embarcación, y segundos después, grande, majestuosa y espectacular emergió una hermosa ballena jorobada madre, dejándose ver casi por completo y dejando a todos con la boca abierta y los ojos fuera de sitio.
Se dejó caer en el agua en cámara lenta, y es que, de acuerdo con la técnica del Ministerio de Medio Ambiente que nos acompañaba en nuestro catamarán, estaba junto a su ballenato de unos seis días de nacido, por lo que “las clases” de “cómo salir a tomar aire” estaban en pleno apogeo.
Pero, en medio de “la clase”, la ballena se dio cuenta de todos los lentes y celulares inteligentes que habían estado esperando por ella, por lo que como si se tratara de la famosa ballena de Hollyhood, decidió ofrecer dos salidas espectaculares más para mostrar su singular contextura, su poder y fuerza, su tamaño, su color brillante bajo el sol, y finalmente, para mostrar y exigirle a “su público” que no tiren basura al mar, porque esto les afecta.
Aunque alguien más hacía las fotos por mi para MercadoSocial, en aquel momento me debatía con mi Android si hacía fotos o hacía videos, pero tuve la suerte, la dicha y el privilegio de poder captar en video (véalo en nuestras redes sociales) las hermosas salidas de esta ballena jorobada, que estará pernoctándo hasta finales de marzo por la bahía de Samaná junto a su cría, y junto a otras ballenas que hacen el increíble viaje hacia las deslumbrantes costas del Norte y Noreste de República Dominicana.
Y usted… ¿Piensa perderse esta experiencia?
- Plash… Ballena al agua!!! Foto de Juan Henríquez/MS
- Así se despidió la juguetona ballena, mostrando su cola. Foto de Juan Henríquez
- Las ballena jorobadas visitan las costas dominicanas luego de realizar un viaje desde el Atlántico Norte.
- Hermoso avistamiento de la ballena jorobada en Samaná.
- Cuando nadie lo esperaba, emergió de las aguas en la bahía de Samaná.
- La hermosa ballena jorobada sorprendió a todos.