No es fácil encontrarlas a veces, la espera puede alargarse por una o dos horas en el vaivén del océano Atlántico mezclándose con el Caribe, pero no hay aquel que no esté de acuerdo en afirmar que cada minuto vale la pena.
La temporada de avistamiento de ballenas en la bahía de Samaná, al nordeste de la República Dominicana, se extiende hasta
el mes de abril.
Manuela Lora/MS
SAMANÁ.- Si visitar cualquiera de las playas de bañan la península de Samaná es una experiencia que puede hacer sobrecoger el alma más dura, subir a un catamarán, rodear estas arenas y encontrarse con una ballena y su cría es algo casi sobrenatural.
No es fácil encontrarlas a veces, la espera puede alargarse por una o dos horas en el vaivén del océano Atlántico mezclándose con el Caribe, pero no hay aquel que no esté de acuerdo en afirmar que cada minuto vale la pena. Y es que no es para nada aburrido, es solo abrirse a una experiencia de anegar la vida con el paisaje de Samaná por un lado, y en una penumbra no muy lejana, el paisaje perdido de las playas de Sabana de la Mar y Miches.
El servicio de catamaranes puede conseguirse con facilidad en el muelle del pueblo, justo al frente de las casitas victorianas pintadas de colores que resguardan aquella combinación que se dio entre ingleses y afroamericanos. No deje las gafas ni el sombrero, tampoco el protector solar. Páutese para un recorrido alegre y sin presiones.
La temporada de avistamiento de ballenas en la bahía de Samaná, al nordeste de la República Dominicana, se extiende hasta el mes de abril y le da la oportunidad a los visitantes de disfrutar de una especie que mantiene el equilibrio de los recursos costeros marinos.
Se sabe que en Google usted podrá encontrar cada detalle sobre esta especie migratoria que vive en constante amenaza. Verá que desde hace décadas están protegidas y que realizan un viaje casi increíble desde el Atlántico Norte hasta aguas caribeñas para reproducirse. Entre los datos más llamativos encontrará que las madres enseñan a sus crías el camino que en años venideros ellos realizarán solos… ¿Se imaginan? Una ruta marcada bajo el mar para llegar específicamente a la Bahía de Samaná.
Las madres enseñan a sus crias el camino que en años venideros ellos realizarán solos.
Sí, en la web encontrarán también interesantes datos sobre sus características aletas pectorales, largas, muy largas (pueden llegar a medir hasta cinco metros), y conocerá lo que pueden llegar a hacer sus nódulos sensoriales en la cabeza… Todo, encontrará todo en Internet, en los libros, en las revistas, hasta en MercadoSocial.com, pero nada de eso se compara a estar ahí, a disfrutar el aroma del mar, a salpicarse con las olas que golpean la embarcación, sentir náuseas, cuidar la cámara, burlarse de los que llevan sus funditas en la mano por si acaso el estómago no aguanta…
Sí, se acepta que usted se documente, que conozca cada detalle sobre las ballenas jorobadas que se encuentran en la web. Lo inaceptable es que usted permita que llegue abril y no haya visitado la bahía de Samaná.
Bautista Rojas Gómez, ministro de Medio Ambiente, mientras ofrecía declaraciones a los periodistas que realizaron el recorrido.
SUPERVISIÓN.- El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales realizó recientemente un recorrido por estos santuarios marinos con un nutrido grupo de periodistas.
El ministro Bautista Rojas Gómez exhortó a la población dominicana a que aproveche la época para visitar la zona de avistamiento con fines educativos y culturales, “ya que pocos países del mundo disfrutan de este privilegio que nos ofrece la naturaleza”.
El ministro expresó que para esta temporada la zona espera la visita de más de 35 mil turistas nacionales y extranjeros, lo que significará un gran dinamismo económico para la región Nordeste del país.
[shortcode]